ANÁLISIS CUANTITATIVO DEL CONOCIMIENTO TRADICIONAL
SOBRE PLANTAS UTILIZADAS PARA EL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES
GASTROINTESTINALES
EN ZAPOTITLÁN DE LAS SALINAS, PUEBLA, MÉXICO
Tzasna HernÁndez, Margarita Canales, Javier Caballero, Ángel DurÁn y Rafael Lira
Tzasna Hernández. Bióloga, Maestra en Biología de
Recursos Vegetales y Doctora en Ciencias Biológicas (Etnobotánica y
Fitoquímica), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México.
Profesora, Laboratorio de Fitoquímica, Unidad de Biología, Tecnología y
Prototipos (UBIPRO), Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES
Iztacala), UNAM, México. Dirección:. Av. de los Barrios Nº 1. Los Reyes
Iztacala, Tlalnepantla, Edo, México. C. P. 54090, México. e-mail:
tzasna@servidor.unam.mx
Margarita Canales. Bióloga, Maestra en Biología de
Recursos Vegetales y Doctora en Ciencias Biológicas (Etnobotánica y
Fitoquímica), UNAM. México. Profesora, UBIPRO, FES Iztacala, UNAM,
México.
Javier Caballero. Biólogo y Maestro en Ciencias
(Biología), UNAM. Ph.D, Universidad de California, Berkeley, EEUU.
Profesor, Instituto de Biología, UNAM, México.
Ángel Durán. Biólogo, Maestro en Ciencias y Especialidad en Estadística aplicada, UNAM, México. Profesor, FES Iztacala, UNAM, México.
Rafael Lira. Biólogo, Maestro en Ciencias y Doctor en Ciencias, UNAM, México. Profesor, UBIPRO, FES Iztacala, UNAM México.
CITA DEL ARTICULO ORIGINAL:
HERNANDEZ, Tzasna, CANALES, Margarita, CABALLERO, Javier et al.
ANÁLISIS CUANTITATIVO DEL CONOCIMIENTO TRADICIONAL SOBRE PLANTAS
UTILIZADAS PARA EL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES GASTROINTESTINALES EN
ZAPOTITLÁN DE LAS SALINAS, PUEBLA, MÉXICO. INCI.
[online].
sep. 2005,
vol.30, no.9 [citado 26 Octubre 2011], p.17-27. Disponible en la
World Wide Web:
.
ISSN 0378-1844.
Resumen
Se presentan los resultados de una evaluación de la
distribución del conocimiento tradicional acerca del uso de plantas
medicinales para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales entre
los habitantes de Zapotitlán de las Salinas, Puebla, México. La
evaluación se realizó utilizando métodos etnobotánicos aplicados a 119
informantes representativos de la comunidad. Un total de 44 especies
fueron registradas con uso en la curación de afecciones
gastrointestinales. De ellas, las que tuvieron mayor importancia
relativa por su frecuencia de mención en las entrevistas fueron Orégano
(Lippia graveolens Kunth), Cinco Negritos Blanco (Lantana
achyranthifolia Desf), Itamo Real (Turnera diffusa Willd), Salve Real
(Lippia oaxacana Rob. & Greenm.), Zempoalxóchitl Chiquito
(Gymnolaena oaxacana (Greenm.) Rydb), Barredor (Cordia curassavica
(Jacq) Roem. & Schul.), Cinco Negritos Rojo (Lantana camara L) y
Hierba del Pastor (Acalypha hederacea Torrey). En cuanto al acceso del
conocimiento, se observa un patrón de distribución al azar debido a que
existe consenso entre los informantes, aun cuando también se observan
variaciones en cuanto al acceso del conocimiento dado principalmente por
el papel que cada informante desempeña en la sociedad.
Summary
The distribution of traditional knowledge about
plants used in the treatment of gastrointestinal diseases among the
inhabitants of Zapotitlan Salinas, Puebla, Mexico, was evaluated. The
study was performed using ethnobotanical methods applied to 119
representative persons of the community. A total of 44 species were
recorded as used for the treatment of gastrointestinal diseases. The
species with highest values of relative importance, most frequently
mentioned in the interviews, were "Orégano" (Lippia graveolens Kunth),
"Cinco Negritos Blanco" (Lantana achyranthifolia Desf), "Itamo Real"
(Turnera diffusa Willd), "Salve Real" (Lippia oaxacana Rob. &
Greenm.), "Zempoalxóchitl Chiquito" (Gymnolaena oaxacana (Greenm.)
Rydb), "Barredor" (Cordia curassavica (Jacq) Roem. & Schul.), "Cinco
Negritos Rojo" (Lantana camara L), and "Hierba del Pastor" (Acalypha
hederacea Torrey). Variation was found regarding the access to
traditional knowledge, clearly related to the different roles the
informants play in the community. The general pattern in the traditional
knowledge distribution among the people was random, which suggests that
there is a good communication regarding medicinal plants among the
people of Zapotitlán Salinas.
Resumo
Apresentaram-se os resultados de uma avaliação da
distribuição do conhecimento tradicional sobre o uso de plantas
medicinais para o tratamento de enfermidades gastro intestinais entre os
habitantes de Zapotitlán de las Salinas, Puebla, México. A avaliação se
realizou utilizando métodos etnobotânicos aplicados a 119 informantes
representativos da comunidade. Um total de 44 espécies foi registrado
com uso na cura de afecções gastro intestinais. Delas, as que tiveram
maior importância relativa por sua freqüência de menção nas entrevistas
foram: "Orégano" (Lippia graveolens Kunth), "Cinco Negritos Blanco"
(Lantana achyranthifolia Desf), "Itamo Real" (Turnera diffusa Willd),
"Salve Real" (Lippia oaxacana Rob. & Greenm.), "Zempoalxóchitl
Chiquito" (Gymnolaena oaxacana (Greenm.) Rydb), "Barredor" (Cordia
curassavica (Jacq) Roem. & Schul.), "Cinco Negritos Rojo" (Lantana
camara L) e "Hierba del Pastor" (Acalypha hederacea Torrey). Quanto ao
acesso do conhecimento, se observa um padrão de distribuição aleatória
devido a que existe consenso entre os informantes, ainda quando também
se observam variações quanto ao acesso do conhecimento dado
principalmente pelo papel que cada informante desempenha na sociedade.
Palabras clave / Enfermedades Gastrointestinales / Etnobotánica / Plantas Medicinales
Recibido: 14/03/2005. Modificado: 11/07/2005. Aceptado: 20/07/2005.
México cuenta con una gran riqueza y tradición
ancestral acerca del uso de plantas medicinales y se estima que en la
actualidad cerca de 3000 especies son empleadas con esta finalidad
(Linares et al., 1999).
Una de las regiones que merece atención especial por
su diversidad biocultural es el Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Este valle
constituye una zona árida localizada en el sureste del estado de Puebla y
el noreste de Oaxaca, y es considerado una de las zonas de mayor
diversidad vegetal y cultural de México, pues en un área relativamente
pequeña (10000km2) coexisten cerca de 3000 especies de plantas (casi 13,9% de ellas endémicas; Dávila et al.,
2002) y 7 de los 56 grupos étnicos (Nahuas, Popolocas, Mazatecos,
Chinantecos, Ixcatecos, Cuicatecos y Mixtecos) que aún existen en el
país (Casas y Valiente-Banuet, 1995; Casas et al., 1997).
Adicionalmente, esta región ha tenido gran importancia para la
reconstrucción de la prehistoria de la región cultural conocida como
Mesoamérica, pues en algunas de sus cuevas se ha encontrado la evidencia
más antigua de domesticación de plantas y origen de agricultura en el
Nuevo Mundo (MacNeish, 1967). Este valle es considerado como un centro
de megadiversidad y endemismo a nivel mundial por la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y recientemente ha sido
decretado como una Reserva de la Biósfera.
En contraste con los avances alcanzados en el estudio florístico del Valle de Tehuacán (Dávila et al.,
2002), son pocas las investigaciones que registran información
etnobotánica (Miranda, 1948; Smith, 1965, 1967; Casas y Valiente-Banuet,
1995; Ramírez, 1996; Casas et al., 1997, 2001; Paredes, 2001).
La información disponible sugiere que la riqueza de recursos vegetales
aprovechados por los grupos humanos locales es muy elevada. Así por
ejemplo, en un estudio reciente a nivel de todo el valle, Casas et al.
(2001) identificaron 815 especies de plantas vasculares que son
utilizadas por los habitantes de la zona y de las cuales 159 son
empleadas como remedios para la curación de diferentes afecciones. En un
estudio más puntual, realizado en una pequeña zona de esta región, el
Valle de Zapotitlán de las Salinas, Paredes (2001) identificó 280
especies útiles pertenecientes a 203 géneros y 76 familias de plantas
vasculares, de las cuales 90 resultaron medicinales.
No obstante la utilidad de esos estudios, aún se
requiere información sobre las plantas utilizadas en esa región y
especialmente en lo que se refiere a la importancia relativa de las
especies en la zona, así como a la identificación de patrones en cuanto a
la distribución del conocimiento. La recopilación, análisis y
validación de esta información para la zona, tiene relevancia desde el
punto de vista de la etnobotánica aplicada, pues podrá contribuir de
manera significativa en la definición de estrategias para el
aprovechamiento y manejo de sus recursos, tareas que son prioritarias en
una reserva de la Biósfera como lo es el Valle de Tehuacán-Cuicatlán
(Lira et al., 2001).
Dada la extensión del Valle de Tehuacán-Cuicatlán y
los antecedentes etnobotánicos existentes, se circunscribió el trabajo a
la región del Valle de Zapotitlán de las Salinas. El objetivo del
trabajo fue obtener un inventario de las especies medicinales que son
empleadas para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales por los
habitantes de Zapotitlán de las Salinas, documentar sus formas de uso y
analizar la distribución del conocimiento tradicional de la flora
medicinal entre la población. El trabajo forma parte de un proyecto mas
amplio y ha sido la base para realizar un estudio fitoquímico en
relación con el uso tradicional de las plantas medicinales de esta
región (Hernández et al., 2003).
Área de Estudio
El municipio de Zapotitlán de las Salinas (Figura 1)
está localizado al sureste del Valle de Tehuacan, entre 18º07'18'' y
18º26'00'N y entre 97º19'24'' y 97º39'06''O. Ocupa una superficie de
484,77km2, el clima es árido con promedios de 542,5mm de
precipitación anual y 19,8ºC (García, 1988). Entre la vegetación se
encuentran algunas comunidades propias de climas áridos y semiáridos de
Norteamérica, además de exhibir una gran influencia de flora tropical
del sur (Dávila et al., 1990), presentándose un total de 2621 especies de plantas vasculares, con un alto porcentaje de endemismo (Dávila et al.,
2002). En la zona de estudio se encuentran principalmente tres tipos de
vegetación (Rzedowski, 1978): Matorral xerófilo, bosque espinoso y
bosque tropical caducifolio. El grupo humano dominante son mestizos
descendientes de Popolocas. La población de Zapotitlán de las Salinas se
estimó en 8900 habitantes en el 2000, 4145 hombres y 4755 mujeres
(INEGI, 2000). La ocupación de la gente está dividida en varias
actividades como la agricultura, recolección de leña, artesanía en
talleres de ónix, extracción de sal, albañilería y en los últimos años,
la industria textil se ha desarrollado en la comunidad.
Material y Métodos
El estudio etnobotánico incluyó entrevistas con
informantes de la zona de estudio y colectas de campo. Durante el
trabajo de campo se realizaron 10 salidas entre agosto 2000 y mayo 2001,
en las que se realizaron colectas de especímenes botánicos de respaldo.
Las muestras siempre fueron obtenidas en los sitios sugeridos por los
informantes.
El inventario de las plantas medicinales utilizadas
en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales y la evaluación de
la importancia relativa de las especies se hizo mediante entrevistas
semiestructuradas (Weller y Romney, 1988; Bernard, 1994) que
consistieron en una lista de preguntas y tópicos que se cubrieron en un
cierto orden particular y abarcaron dos componentes. El primero de ellos
fue una lista de preguntas que incluyó nombres comunes, usos, partes
utilizadas, disponibilidad espacial, grado de manejo, importancia y
efectividad de cada especie. El segundo componente fue un listado de las
especies reconocidas, jerarquizado de acuerdo a la importancia que cada
informante les otorgó en la curación de enfermedades
gastrointestinales.
Las entrevistas se aplicaron a una muestra de 119
informantes, los cuales se eligieron al azar. La muestra incluyó 18
hombres y 101 mujeres, con edades entre 20 y >60 años, así como a
algunos médicos tradicionales. El intervalo de edad mencionado fue
elegido en virtud de que se pretendía que las personas entrevistadas
hubiesen tenido experiencia en el uso y eficacia de las plantas
medicinales. La mayor proporción de mujeres en la muestra se explica, en
primer lugar, porque en Zapotitlán de las Salinas son ellas las que se
dedican al cuidado de la familia; en segundo lugar, por la casi total
ausencia de hombres en la comunidad, consecuencia del alto índice de
migración a los EEUU; y en tercer término, es importante considerar que
la mayoría de los hombres a quienes se trató de entrevistar, emitieron
respuestas evasivas tales como "sí usamos las plantas, pero es mi
mama……o mi mujer la que sabe".
La importancia de incluir a hombres y a mujeres
radicó en que las mujeres generalmente son las encargadas de la atención
primaria a la salud, mientras que la inclusión de las personas de edad
avanzada y de los médicos tradicionales permitió asegurar que un mayor
número de especies fueran reconocidas (Boster, 1986; Garro, 1986).
Los resultados derivados de estos métodos arrojaron
una jerarquización de las especies que permitió tener mayor precisión en
la identificación de aquellas con mayor consenso en la población en
general y por médicos tradicionales, quienes son reconocidos por el
pueblo y por ellos mismos como conocedores de plantas medicinales, como
las especies de mayor importancia en la zona de estudio para el
tratamiento de enfermedades gastrointestinales.
Para determinar la existencia de diferencias
significativas en cuanto al número de especies mencionadas por género y
edad, se realizó un análisis de c2.
Para conocer las familias que están mejor representadas en la flora
medicinal de Zapotitlán de las Salinas en el tratamiento de enfermedades
gastrointestinales, se realizó un análisis de residuales siguiendo el
modelo propuesto por Moerman, et al. (1999), el cual propone que el mejor predictor del número de especies medicinales puede ser el tamaño de la familia.
La importancia relativa de cada especie se obtuvo
directamente del grado de consenso de los informantes a través del
índice de Friedman (FL), el cual se calcula como FL= (Ip/It)×100, en
donde Ip: número de informantes que mencionaron una especie (frecuencia
de mención), e It: número total de informantes.
El que una especie presente mayor consenso, sugiere
que ésta ya fue sometida a una selección a través del tiempo, por ensayo
y error, y por lo tanto la probabilidad de que sea efectiva es mayor
(Friedman et al. 1986).
El estudio etnobotánico concluyó cuando la curva de acumulación de especies (número de informantes vs.
número de especies) se hizo asintótica; es decir, cuando el número de
especies utilizadas en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales
reportadas por los informantes se mantuvo constante.
Para encontrar la existencia de patrones en cuanto a
la distribución del conocimiento, con los datos obtenidos durante las
entrevistas se realizó un análisis de Coordenadas principales PCO
(método de ordenamiento) ya que este tipo de análisis permite calcular
la afinidad que existe entre los informantes (OTUS) con base en las
especies mencionadas. La matriz base se construyó colocando a las
especies de plantas mencionadas en los renglones (44) y en las columnas a
los informantes (88 OTUS), y se registraron los datos obtenidos como
mencionada (1) o no mencionada (0). El análisis de los datos se realizó
mediante la versión 2.0 del programa estadístico NTSYS (Rohlf, 1997).
Resultados y Discusión
Inventario de especies e importancia relativa
Un total de 44 especies pertenecientes a 26 familias y
41 géneros fueron registradas como utilizadas para el tratamiento de
enfermedades gastrointestinales (Tabla I).
Del total, 33 especies son usadas para el tratamiento de la diarrea y
el dolor de estómago (evacuaciones liquidas acompañadas de dolor
abdominal), siete para el tratamiento de la disentería (diarrea con
sangre) y cuatro para el tratamiento del empacho (posiblemente
equivalente a indigestión). De las 44 especies mencionadas el 36,4% son
silvestres, colectadas por la gente en el cerro, y el 63,6% son
cultivadas en huertos familiares (Paredes, 2001). Si bien para cada
especie se utilizan diversas partes de la planta (ver Tabla I),
la vía de administración en todos los casos es oral, en forma de
cocimiento que se obtiene hirviendo en agua el vegetal por ~10min en un
recipiente que debe estar tapado.
La información consignada en el Tabla I
muestra que La familia Asteraceae es la que presenta un mayor número de
especies (9), lo que representa el 20,5% de las especies utilizadas
para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales; le siguen las
familias Lamiaceae y Verbenaceae, ambas con 4 especies, que representa
el 9,1%.
Según el análisis de residuales las familias Asteraceae, Lamiaceae, Verbenaceae, Chenopodiaceae y Euphorbiaceae, están
sobreutilizadas, es decir que se utiliza un mayor número de especies
que el predicho por el modelo calculado (y= 0,079x + 1,1424). Estos
resultados concuerdan con lo reportado por Moerman (1996) quien, como se
mencionó, señala que el mejor predictor del número de especies
medicinales puede ser el tamaño de la familia. De esta forma, las
familias mejor representadas en la región tendrán un número mayor de
especies utilizadas. A través de este modelo, sin embargo, no es posible
conocer cuáles son las especies más importantes, es decir las de mayor
consenso, pues lo único que indica es que la familia que esté mejor
representada tendrá un mayor número de especies utilizadas.
De las 119 entrevistas que se realizaron, el 74% de
los 88 informantes utiliza las plantas para el tratamiento de afecciones
gastrointestinales (Tabla II),
mientras que el 26% recurre al uso de la medicina alópata. El estudio
etnobotánico finalizó cuando el número de especies mencionadas se
mantuvo constante, lo cual ocurrió a partir de octubre del 2000. El
número de especies registradas fue de 44 y en las siguientes salidas
solo se incrementaron las frecuencias de mención.
En cuanto a la importancia relativa de las especies, los resultados (Tabla I) mostraron que las especies silvestres con valores más elevados son Lippia graveolens con un consenso del 85,2% (75 menciones) y Lantana achyranthifolia (34 menciones), seguidas por Turnera diffusa, Lippia oaxacana, Gymnolaena oaxacana, Cordia curassavica, Lantana camara y Acalypha hederacea. Entre las especies cultivadas que presentaron los valores mas altos se encuentran: Mentha sp. con 48,9% (43 menciones), Matricaria recutita y Psidium guajava.
Distribución del conocimiento
El 14,8% de los informantes (13) son médicos
tradicionales, es decir gente que es reconocida por el pueblo y por
ellos mismos como conocedores de plantas medicinales. Este conocimiento
se ve reflejado en el uso y manejo de las plantas medicinales, pues los
13 médicos tradicionales aportaron el 61,4% (27) del total de especies
mencionado (44). Este es un resultado esperado pues los especialistas
están más relacionados con las enfermedades y sus tratamientos que los
no especialistas y por tanto su conocimiento es mayor.
Las respuestas obtenidas tuvieron alguna variación en
relación con el género de los informantes. Así, los hombres mencionaron
un promedio de 4 especies, mientras que en el caso de las mujeres
fueron 6 las especies que en promedio fueron mencionadas (Tabla III).
Estas diferencias resultaron ser estadísticamente significativas
(P<0,005), de tal forma que es posible sugerir que son las mujeres
quienes reconocen un mayor número de especies (Figura 2). En cuanto a la distribución del conocimiento en relación con la edad, en la Figura 2
se aprecia que los informantes que se encuentran entre los 60 y 90 años
son los que reconocen un mayor número de especies (6 especies por
hombre y 7 por mujer).
Los resultados obtenidos concuerdan con las
investigaciones realizadas por Boster (1986) y Garro (1986), quienes
sugieren que el conocimiento de un individuo está determinado por el
papel que desempeña en la sociedad (género, edad, división del trabajo,
experiencia individual, etc.), generándose así variaciones en cuanto al
acceso al conocimiento. En Zapotitlán de las Salinas las mujeres tienen
un mayor conocimiento de las especies utilizadas en el tratamiento de
enfermedades gastrointestinales que los hombres, debido al papel social
que juegan (cuidado de la familia) y que los informantes de mayor edad
reconocen un mayor número de especies (mayor experiencia).
No obstante existiendo las diferencias anteriormente
descritas, al realizar el análisis de coordenadas principales entre
informantes con respecto a las especies mencionadas (Figura 3)
se encuentra que no se forman grupos definidos, lo que sugiere que
existe consenso entre la población sobre las especies usadas para el
tratamiento de enfermedades gastrointestinales. Así, no se observa
ninguna diferenciación o agrupamiento por género o por edad, pues tanto
los hombres como las mujeres de las diferentes edades quedaron dispersos
en el gráfico. En cuanto al número de especies mencionadas, se puede
observar que en el cuadrante A, se encuentran las personas que
mencionaron un mayor número de especies, y por tanto en este cuadrante
quedan incluidos los médicos tradicionales.
En el análisis de coordenadas principales entre las especies y la frecuencia de mención (Figura 4),
sin embargo, se observa la formación de dos grandes grupos. El primero
de ellos está conformado por especies en su mayoría cultivadas, que
presentan una baja frecuencia de mención (cuadrante a). Esto podría ser
debido a que las plantas que son cultivadas no están tan expuestas a los
diferentes tipos de estrés como lo están las plantas silvestres y por
lo tanto no sintetizan tantos metabolitos secundarios para su defensa.
En el segundo grupo (cuadrante b) están incluidas las especies que se
mencionaron con mayor frecuencia, las cuales en su mayoría son plantas
silvestres. Cabe hacer notar que dentro de este grupo quedaron incluidas
algunas especies que son cultivadas, en su mayoría introducidas, y por
lo tanto han sido seleccionadas y usadas de una manera consistente por
la efectividad percibida culturalmente, conservando tanto el nombre como
el modo de uso (Heinrich et al., 1998).
Si se consideran solo las especies silvestres, se
puede observar que existen diferencias en cuanto al acceso del
conocimiento. Así, las especies que presentaron una baja frecuencia de
mención, fueron nombradas por las personas que reconocen un mayor número
de especies, es decir por los médicos tradicionales. Esto es esperado,
pues se sabe que ellos tienen a su disposición plantas que son de
difícil acceso para el resto de la población.
Las especies que presentaron un mayor consenso en la
población fueron mencionadas por los informantes que reconocen un menor
número de especies, lo cual probablemente es debido a que las plantas
que son utilizadas como medicinales deben ser abundantes y accesibles.
Las plantas que se encuentren en lugares cercanos, en la mayoría de los
casos son preferidas sobre aquellas que se tienen que buscar por algunos
días. Las comunidades indígenas viven a las orillas de bosques o de los
ríos, o en claros, es decir en zonas perturbadas. Esta accesibilidad es
en parte la razón por la cual las malezas están altamente representadas
en las floras medicinales. Desde el punto de vista ecológico se sabe
que las malezas sintetizan una gran cantidad de metabolitos secundarios
bioactivos para defenderse de la herbivoría (Stepp y Moerman, 2001).
Al realizar la revisión bibliográfica de las especies
utilizadas por los habitantes de Zapotitlán de las Salinas en el
tratamiento de enfermedades gastrointestinales, se encontraron estudios
para 31 especies (70%), de las que se han documentado alrededor de 60
actividades diferentes, entre las que destacan: actividad antibacteriana
(22 especies), actividad antifúngica (14), hipotensora (10),
antiinflamatoria (9), diurética (9), antiespasmódica (9), analgésica
(9), depresores del sistema nervioso central (7), anticonvulsiva (7),
hipoglucemiante (5), antiviral (5), antiulcerogénica (5), antitumoral
(5), nematicida (5), insecticida (5), antihelmíntica (5), antimalárica
(4), antimutagénica (4), abortiva (4), citotóxica (4), espasmogénica (3)
y estrogénica (3 especies). En contraste, el 30% de las especies no ha
sido estudiada y en el 41% de ellas no se ha verificado actividad
antibacteriana.
Conclusiones
En la comunidad de Zapotitlán de las Salinas la
mayoría de las personas entrevistadas recurren al uso de plantas
medicinales para el tratamiento de afecciones gastrointestinales, entre
las que se encuentran diarrea y dolor de estómago, disentería y empacho.
Como resultado del análisis de consenso, Lippia graveolens y Lantana achyranthifolia resultaron ser las especies silvestres de mayor importancia para la curación de dichas afecciones.
Al parecer existe un patrón de distribución al azar
del conocimiento debido a que se observa un gran consenso entre los
informantes, aún cuando hay variaciones en cuanto al acceso al
conocimiento, el cual está dado, principalmente, por el papel que cada
informante desempeña en la sociedad.
Agradecimientos
Los autores agradecen a la comunidad de Zapotitlán de
las Salinas por la información que nos ofrecieron sobre su flora
medicinal, su amistad y hospitalidad; a Ana María García Bores, Iván
Rocha y Martín Paredes por su apoyo en el trabajo de campo, a Edith
López Villafranco, curadora del Herbario Izta, FES-Iztacala, UNAM, y a
Alfonso Romo de Vivar por sus valiosas aportaciones. Este estudio fue
financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT;
proyecto 400389G35-450).